jueves, 29 de junio de 2017

El gran dilema de la ropa de yoga

Permitidme que escriba este artículo también en castellano porque quiero máxima difusión. Probablemente muchos os estaréis preguntando dónde está el dilema exactamente: te pones la ropa, haces yoga y punto, ¿no? Pues no. Para algunos yoguis no es tan fácil, ya que parecemos tener un conflicto moral o de intereses.


Lo he comentado en alguna ocasión, aunque no recuerdo si fue en Instagram, en Facebook o aquí en el blog, que soy una inadaptada, un bicho raro que no encaja ni aquí ni allí. Soy demasiado hippy para mis amigos pijos y demasiado pija para mis amigos hippies. Demasiado moderna para el hatha yoga tradicional pero demasiado tradicional para estilos más modernos de yoga. Es esta incapacidad de encajar en ningún lado lo que me hace tener dilemas sobre cosas que la mayoría de personas ni se plantearían. Un dilema que me ha estado carcomiendo los sesos últimamente es el tema de la ropa de yoga. Dejadme que empiece explicando de dónde viene todo esto.

La sencillez y luminosidad del atuendo tradicional.
Como muchos sabéis, practico dos modalidades de yoga: Hatha y Vinyasa (y cuando puedo, también Ashtanga). Me inicié con el hatha clásico en mi escuela, Yoga Ashram, y me dieron unas pautas de vestimenta: ropa blanca y preferiblemente holgada. Tradicionalmente, el yoga se practica así, de blanco, con ropa holgada de algodón que permita la transpiración y que no oprima el cuerpo, para favorecer la buena circulación del prana (energía vital). ¿Por qué el color blanco? Pues porque es el color del sadhaka, el aprendiz de yoga, el color de la pureza, del desapego y la simplicidad. El color, en la mayoría de casos el naranja, queda reservado al maestro o Swami, ya que es el color de la espiritualidad. 
A continuación cito la explicación que dan en la revista Ciudad Yoga sobre el uso del blanco en yoga:

(se recomienda el uso del blanco)... ya que al ser una combinación de todos los colores de luz y ser un color neutro nos permite una mayor apertura y receptividad, aporta paz y confort, alivia la ansiedad y las sensaciones negativas, purifica y aclara los sentimientos, la mente y el espíritu, así mismo colabora con la meditación y la limpieza del aura.

¿Tiene sentido, verdad? Pues sí. Y eso es lo que pensé yo durante mucho tiempo. Me iba a clase de hatha con mi ropita blanquita y holgada (un poco incómoda, por cierto) bien feliz creyendo que era lo que hacía todo bicho viviente que practicaba yoga. Hasta que un día me puse a buscar cosas por internet y el 99% de fotos de yoga que encontraba mostraban a gente con ropa muy diferente: tops, shorts, leggings y colores a tutiplén. Me llamó la atención pero no le di demasiada importancia. Unos años después, cuando me abrí mi cuenta de Instagram, este contraste de estilos en el vestir se hizo mucho más evidente para mí. En Instagram sólo veía chicas con leggings y shorts de colores llamativos, de tejidos carísimos y todas ellas se veían estupendísimas y preciosas, cuales modelos de revista. Esto me hizo sentir mal conmigo misma: ¿Por qué yo tenía que llevar mi ropa sosa, fea y aburrida habiendo tanta variedad por el mundo? E inocente de mí, me sentía mal porque yo sólo tenía una par de cosillas, a lo mejor dos leggings de color negro, un pantalón blanco y 3 camisetas blancas. El bicho de la avaricia y consumismo absurdo me mordió y me hizo pensar que a lo mejor sería más "cool" con más ropa, y empecé a comprarla. Lo curioso del caso es que con 3 camisetas y 3 pares de pantalones yo ya era feliz, pero me dejé llevar.

La comodidad y practicidad de un atuendo moderno.
Empecé a hacer mi sadhana, mi práctica individual, con leggings en invierno y shorts en verano y el cambio fue notable, sobretodo a medida que empecé a experimentar con estilos de yoga más dinámicos y vigorosos como Vinyasa y Ashtanga. ¡Qué comodidad! ¡Qué fresquito y agradable al tacto! ¡Qué libertad de movimiento! ¡Qué pereza tener que ponerme el "pijama blanco" para ir a clase de hatha! Mmmmm... ¿qué está pasando? Será posible que sean más cómodos los leggings? ¿Pero qué pasa con eso de que la ropa ceñida no permite la buena circulación del prana? ¿Y qué pasa con el color blanco? ¿No se suponía que era el color de preferencia? Llevo desde entonces con este cacao mental. Mi yo tradicional quiere ropita simple y blanca, pero mi yo práctico quiere ropa cómoda. La mayoría de las veces, lo hago automáticamente: si voy a clase de hatha, me pongo ropa blanca y holgada y si me toca práctica por mi cuenta, me pongo leggings de color, e intento no darle más vueltas. Cuando a la gente le digo que practico Hatha tradicional toda vestida de blanco con algo parecido a un pijama, me miran como si fuera un bicho raro, y cuando me pongo ropa más moderna y coloreada, me siento como una vil traidora al Hatha. Pero en general diría que tengo esta distinción bastante clara, al menos yo, porque sé que los demás no tanto.

¿A qué me refiero? Ya hace un tiempo que vengo leyendo publicaciones promocionadas de Decathlon en mi Facebook. A veces estas publicaciones son sobre material de natación, otras sobre material de running y muchas otras sobre material de yoga. Si sentís curiosidad, podéis entrar en la página de Decathlon y echar un vistazo a lo que venden, pero básicamente veréis lo mismo que en muchas otras tiendas de material deportivo: leggings ceñidos de colores variados, shorts, súpershorts, camisetas y tops de diseños llamativos (a veces poco funcionales), esterillas de calidades variadas, bloques, cinturones... lo típico, vamos. Bueno, pues últimamente me están molestando bastante los comentarios que muchas personas dejan en estas publicaciones de Decathlon en Facebook. Ojo, que conste que no voy a promocionar ni defender a nadie (Decathlon, como cualquier multinacional gigante, tiene sus trapos sucios y cosas no demasiado bonitas) pero hay personas que hacen comentarios bastante negativos e incluso con mala leche. Hay gente incluso ofendida con su oferta de productos. ¿Por qué? Porque según ellos creen, Decathlon no tiene ni idea de lo que es el yoga y por eso no vende los productos que debería estar vendiendo. Hablo de comentarios como los que, literalmente, copio a continuación, aunque a lo largo de los últimos meses he leído muchos más y peores:



#1 Sí, esa ropa para fideos, ahora solo pueden hacer yoga los delgados k puedan enfundarse en unas mallas mini y en un top. Decathlon, no tenéis ni idea de lo k es el yoga. Y por dios, esos cinturones para ejercicios para yoga, quitadles las hebillas, no veis k te pueden dar en la cara. Ah, no lo veis, porque no sabéis ni para que se usa. En todo caso, sacad una línea de ropa cómoda, de algodón y blanca, k expande el aura.
#2 La coleccionistas muy bonita...pero para yoga?Ropa blanca, camisetas, pantalones anchos..cuando?
#3 Para hacer yoga y meditación no se necesita nada...Siempre lo mismo, consumismo.
#4 Señor Decathlon que el yoga se práctica con tonos claros y si es posible blanco. No hay nada asi!!!!
#5 Ropa blanca para yoga?? Yo hago ashtanga yoga y no necesto ropa blanca ..en si es ropa comoda y nada mas . Pantalon corto y nadadoras , super comoda y lista para sudar , no hace falta mas .. 
#6 Pues soo hace falta tu cuerpo y tu ser interno , no hace falta nada más , lo demás son tonterias
#7 No entiendo por qué Decathlon se empeña en poner capucha  a las prendas de yoga y por qué las hacen tan holgadas. Les recomiendo a los que se encargan de los diseños que tomen una clase y comprueben lo incómodo que resulta en una postura tan básica y popular como es por ejemplo la de perro invertido

#8 Yo practico Yoga, y, de verdad sobran las mangas largas y por supuesto la capucha.... y efectivamente, las prendas muy holgadas entorpecen .


A ver, vamos por partes. Están los que se ofenden porque hacen ropa para gente esbelta y ellos no lo son, e incluso les molesta que el cinturón tenga una hebilla. Emmmm, esto... ¿Y cómo narices lo quieres si la hebilla sirve precisamente para ajustarlo a la parte del cuerpo donde lo vas a usar?

Están los absolutistas que afirman que el yoga sólo es yoga cuando se practica vestido de blanco, o los absolutistas que creen que los que dicen que hay que hacerlo de blanco no saben lo que dicen porque todo el mundo sabe que en yoga se suda.

Están los anti-capitalistas convencidos que afirman que para hacer yoga no se necesita nada. Cierto es, y de hecho hay escuelas en la India donde practican como dios les trajo al mundo, pero yo casi que prefiero no ir desnuda a una clase, y que yo sepa, aún no sé fabricarme mi propia ropa, y me la tengo que comprar.

Están los que dicen que la ropa holgada y con manga larga es un horror y no se puede hacer el perro que mira hacia abajo. Bueno, en muchos estilos tradicionales, adho mukha svanasana sólo aparece en el saludo al sol, así que no hay para tanto.

Luego, por suerte, están los que simplemente piden que hagan TAMBIÉN ropa blanca y holgada, aunque no los he incluído aquí.

En general, toda esta gente que va de yogui, ha dejado unos comentarios con una actitud bastante poco yogui. ¿Quienes somos nosotros para decir qué es yoga y qué no lo es? ¿Quienes somos nosotros para decir que lo mío es más yoga que lo tuyo porque yo voy de blanco y tú no y por lo tanto no tienes ni idea? La mayoría de personas que dejan esa clase de comentarios en los posts de material de yoga de Decathlon desconocen, ignoran o menosprecian la existencia de otros estilos diferentes al suyo. Para cada estilo hay un tipo de ropa y estaría bien que Decathlon y muchísimas otras marcas supieran eso: para estilos clásicos y/o más estáticos (hatha, kundalini...), ropa blanca y holgada. Para estilos más occidentalizados y/o vigorosos, ropa más ceñida y que permita mejor movimiento. Menos odio y más aceptación y comentarios constructivos es lo que necesitamos. Lo que hacemos nosotros no es siempre lo "verdadero" y "único".

Y después de meteros este rollo, paso a los pros y contras de llevar cada tipo de ropa, y a partir de ahí que cada uno decida qué es lo que prefiere, pero con amor.



ROPA BLANCA Y HOLGADA TRADICIONAL

Concentración y buena circulación del prana.

PROS

  • Es sencilla, transpira y suele estar fabricada con materiales naturales. 
  • El color blanco ayuda en la concentración y evita que nos despistemos con los colores o patrones llamativos de nuestra propia ropa o la de los demás. 
  • Al ser holgada, esta ropa facilita la circulación del prana y permite practicar pranayama y meditación cómodamente. 
  • No tienes que preocuparte por qué modelito te vas a poner hoy. 
  • No te sientes observado, no llamas la atención de nadie y sientes que te fundes con el resto de la clase. Eres parte de algo más grande, un todo, eres parte de una comunidad. Todos sois iguales, nadie destaca, nadie es más importante y nadie se siente fuera de lugar. 

CONTRAS

  • El blanco no es muy limpio, si te ensucias, se ve a distancia. 
  • Se transparenta todo. A veces encontrar unos pantalones blancos que no muestren al mundo el aspecto de tu ropa interior es todo un desafío. 
  • Es aburrido y soso. Este punto es bastante inmaduro e infantil, pero también afecta nuestra elección. 
  • La ropa holgada es extremadamente incómoda. Cada vez que quieres que levantar una pierna tienes que subirte la pernera del pantalón y cada vez que te pones boca abajo acabas con tu súper camiseta ancha tapándote toda la cara y asfixiándote. Vale, estoy exagerando un poco, pero pasa, y lo sabes.
  • La ropa a dificulta al profesor observar las alineaciones del cuerpo del alumno, (o te lo dificulta a ti mismo también), 
  • La gente te mira raro, especialmente si vas en grupo. Swamini Danda, mi maestra, dice que muchas veces cuando nos ven por la calle nos llaman "los enfermeros". 
  • Es difícil encontrar este tipo de ropa en sitios relativamente baratos. (Decathlon, toma nota) 


ROPA MODERNA Y PRÁCTICA: LEGGINGS, SHORTS, TOPS Y DEMÁS
Alineación y diseño atractivo


PROS

  • Súper cómodo y práctico. Este tipo de ropa se adapta a la forma de tu cuerpo y te da libertad de movimiento, especialmente si practicas estilos de yoga dinámicos y que "fluyen" (secuencias de posturas enlazadas), ya que no tienes que pararte cada vez a recolocarte la ropa.
  • Permite observar bien la alineación del cuerpo en las asanas. Un plus si eres profesor. 
  • Es bonita. Este es un argumento también un poco superficial, pero la verdad sea dicha: a nadie le gusta sentirse feo y a todos nos gusta vestirnos con colores que combinan con nuestro estado de ánimo ese día. Ser yogui no tiene porqué estar reñido con el saber apreciar algo bonito. 
  • Puedes encontrarla fácilmente en la mayoría de tiendas deportivas. 
  • Es más fresquita, especialmente en épocas calurosas. 

CONTRAS

  • No deja demasiado a la imaginación y si no tienes un cuerpo bonito y fantástico puede que te haga sentir algo incómoda. Las mallas ajustadas pueden ser bastante reveladoras si tienes sobrepeso o michelines y los tops ajustados pueden no quedarte demasiado estupendos si llevas, como yo, 5 años seguidos de lactancia. Ojo, si te lo pones igualmente aunque no tengas un cuerpo 10, te aplaudo y olé tú, ojalá todas la mujeres tuvieran la misma confianza en ellas mismas, pero por desgracia, la mayoría de nosotras estamos cargadas de puñetas y manías. Chicas, nos toca trabajar nuestra autoestima.
  • La ropa de este tipo de buena calidad suele ser muy cara. 
  • Depende de qué colores y estampados pueden despistar o dificultar la concentración. 
  • No facilita la buena circulación del prana, ya que oprime ciertas zonas del cuerpo. 
  • La mayoría de las veces no está fabricada con fibras naturales (hay excepciones, por supuesto). 
  • Suele invitarnos a cierta superficialidad y vanidad o incluso a un consumismo desmesurado. Choca con el principio de aparigraha, no avaricia. Además, suele estar relacionado con este tipo de imagen de chica guapa de cuerpo perfecto que practica yoga que nos venden muchas veces en las redes. Es decir: postureo. 

Me paso la vida analizando los pros y contras y siempre llego a la misma conclusión: ¡podría ponerme unos leggings blancos! Buff, podría pero lo veo difícil. Soy una mujer de 34 años, madre de dos hijos y con tendencia a acumular grasa en el trasero y en los muslos. La idea de meterme en unas mallas blancas y mostrarle al mundo lo que me acompleja de mi cuerpo no me atrae demasiado. No, no estoy gorda. Sí, estoy muy bien para haber tenido dos hijos. Aún así, no tengo tanto valor y aunque sea una tontería, no me apetece ir a hacer yoga sintiéndome incómoda. Si hago yoga quiero mi mente en la práctica, no en cómo se ve mi culo. Ya trabajaré mi autoestima con otro color. 

¿Y vosotros/ vosotras qué opináis de este tema? ¿Sois de ropa blanca y holgada o colorida y ceñida? ¿O blanca y ceñida (envidia me dáis)?

Un abrazo y om Shanti.