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martes, 8 de agosto de 2017

Back to traditional hatha: el reto


¡Hola a todos! Hoy escribo para anunciar el nuevo reto que os traemos Lara (@mintyogini) y yo en Instagram del 17 al 31 de agosto. Estamos súper contentas de organizar este nuevo reto de yoga juntas y con la colaboración de unos patrocinadores maravillosos. Muchos sabéis que las dos somos profesoras de Hatha clásico formadas en escuelas muy tradicionales de yoga. Las dos somos grandes amantes de los retos en Instagram y, aunque también nos encanta practicar otros estilos, hace tiempo que sentimos que sería interesante volver a las raíces y mostrar una modalidad básica que está bastante abandonada en las redes. El hatha clásico no fluye, no tiene transiciones, es más estático y no es tan vistoso y/o espectacular comparado con otros estilos más modernos u occidentalizados, lo que hace que probablemente no sea tan atractivo para la gente más joven. Sin embargo, así se originó el yoga, con una práctica estática, ya que las vinyasas o el movimiento fluído no se introdujeron hasta las enseñanzas de Sri Krishnamacharya a principios del siglo XX. Si hubieras preguntado a algún yogui de la India hace 100 años qué estilo practicaba, él te habría respondido “hago yoga, practico asana”. Con este reto nos gustaría demostrar que el Hatha yoga no es “yoga para viejas”, como Lara y yo solemos llamarlo en broma, sino una práctica que hecha con conciencia, puede ser físicamente tan exigente como la de otros estilos de yoga. 






Tabla de Sivananda
Para este reto vamos a explorar la secuencia de Sivananda, uno de los estilos más reconocidos a nivel mundial por preservar la pureza y tradición del yoga clásico que se remonta a varios miles de años. Las enseñanzas de Sivananda pueden englobarse en los 5 pilares: ejercicio adecuado (asana), respiración adecuada (pranayama), relajación adecuada (savasana), dieta adecuada y pensamiento positivo y meditación (vedanta y dhyana).

Sivananda estableció una secuencia específica que recorre el flujo de los chakras durante la creación. Se sigue la creación, por lo tanto, cuando haces savasana, tu atención y energía fluyen en el sentido contrario. Durante una sesión de Sivananda te mueves a lo largo de un ciclo completo de la creación y la disolución de la creación. Esto explicaría porqué en Sivananda se empieza por las posturas invertidas, que en muchos otros estilos se suelen hacer al final.

Como ya hemos dicho, el hatha yoga tradicional no fluye y no tiene transiciones entre posturas. Esto es algo que suele chocar a muchos practicantes occidentales, ya que están más acostumbrados a formas más atléticas o dinámicas de yoga. Hatha representa el sol y la luna, el día y la noche, la actividad y el descanso y es, en definitiva, la acción descansada y el descanso activo. Esto se traduce en una práctica más estática, donde las asanas son sostenidas durante periodos largos de tiempo (cuanto más tiempo las sostienes, más trabajan a nivel orgánico), y pausas entre postura y postura con la mente bien atenta, que nos permiten observar los cambios a nivel energético e integrar los beneficios que nos aportan. Las posturas de descanso en el hatha tradicional suelen ser tadasana (la montaña) para las asanas de pie y savasana (el cadáver) para las de suelo. 

La mayoría de yoguis suelen pensar que el hatha clásico es fácil y aburrido, propio de gente mayor y en baja forma. Es cierto que el hatha es más adaptable a niveles más básicos, pero puede ser muy exigente a nivel físico. La próxima vez que pienses que una postura es demasiado fácil, pregúntate a ti mismo: “sería capaz de mantener esta postura durante 10 minutos?”. Ahí tienes la respuesta.

Un apunte curioso: rara vez practicarás adho mukha svanasana fuera del saludo al sol en una clase de hatha, ya que es una postura de transición y en hatha no hay transiciones.

Si te apetece aprender más sobre este estilo tan arraigado en la India, no dudes en participar. Además, optas a unos premios fantásticos, cortesía de nuestros patrocinadores.

¿Te atrae la idea de participar en el reto pero no tienes ni idea de cómo se hace? A continuación te explico cómo hacerlo.

  1. Necesitas una cuenta de Instagram. Si no la tienes, abre una y asegúrate de que la configuras en modo público. Si la pones privada, no podremos ver tu participación.

  2. Sigue a las anfitrionas del reto: @mintyogini e @irya_devi

  3. Sigue a todos los sponsors: @shambhalabarcelona, @pranamat_esp, @libretea, @malas_of_the_sun, @banyanbotanicals y @potionsbcn. Los sponsors son los que obsequian a los ganadores del reto con sus productos. y os aseguro que es totalmente gratis, no tenéis que pagar absolutamente nada. ¡Tenemos 6 patrocinadores, así que habrá 6 ganadores!

  4. Repostea este flyer y etiqueta a 3 amigos invitándoles a participar. Para hacer repost puedes descargarte alguna aplicación especial como "Repost" o "Regrann", pero si no entiendes muy bien como hacerlo, puedes simplemente hacer una captura de pantalla de nuestro flyer, usar el hashtag #backtotraditionalhatha y mencionarnos a todos: anfitrionas y sponsors. Encontrarás nuestra publicación original en Instagram aquí: https://www.instagram.com/p/BXh40nIhEMV/?taken-by=irya_devi

  5. Publica cada día la foto con la postura que toca usando el hasthag #backtotraditionalhatha y mencionando a las anfitrionas y sponsors. Cada día a primera hora publicaremos la postura o ejercicio del día para que lo uséis de guía. Si un día no puedes publicar, no pasa nada, hazlo al día siguiente o en cuanto te sea posible. Al final del reto dejaremos unos días para que aquellos que aún no hayan acabado se pongan al día.

Empezaremos con pranayama (Kapalabhati o Anuloma Viloma) el primer día y Surya Namaskar clásico el segundo. Entonces haremos todas las posturas que veis en la tabla y acabaremos con savasana, la postura del cadáver.

No os preocupéis por el nivel. Es un reto apto para principiantes y también muy válido para yoguis avanzados. Lara y yo explicaremos como realizar las posturas con detalle y sugeriremos también versiones más simples para los practicantes más principiantes. Si los que ya tenéis una práctica más establecida queréis hacer variantes más avanzadas, también se acepta.

¡Animaos a jugar con nosotras!

lunes, 27 de febrero de 2017

Saucha, la pureza. No juzgues, no critiques, no le quieras mal a nadie.

Hoy escribo en castellano porque quiero llegar a más gente y porque me apetece.

Hoy quiero hablaros de Saucha, la pureza, el primer niyama, a raíz de cosas que me he encontrado a lo largo de los últimos días. Ayer me encontré un comentario bastante desafortunado en uno de mis videos en Youtube. El video en cuestión es un tutorial para hacer nadi Sodhana Pranayama y lo publiqué hace casi un año. Aparentemente, mi gran crimen fue publicarlo en catalán. El comentario en cuestión dice, literalmente: "porque no habla español?", así con sus faltas de ortografía también. Esas palabras me han molestado, y lo primero que me ha venido a la cabeza ha sido "¡porque en mi día a día hablo en catalán!" No voy a entrar en debates lingüísticos y/o políticos (eso ya lo he hecho en mi Facebook personal), pero esta persona, en vez de ignorar el vídeo porque no lo entendía, y elegir cualquiera de todos los tutoriales similares que existen en castellano, ha decidido juzgarme por hablar mi idioma y poner un "no me gusta", a modo de castigo, supongo. Me pregunto si hace lo mismo cada vez que encuentra un vídeo en un idioma que no habla.

Por poneros otro ejemplo, a mi gran amiga yogui virtual @mintyogini el otro día le dejaron un comentario de índole similar en una de sus publicaciones en Instagram. Algunos ya la conocéis y sabéis que es musulmana y usa hijab (el velo islámico) en todas sus fotos. Una chica de nacionalidad española le dijo literalmente "Se te ven los tobillos", a modo sarcástico y con intención claramente de ataque hacia su indumentaria. Me imagino que esta chica dejó ese comentario creyendo que lo hacía en un arrebato de feminismo ejemplar, aunque en realidad estaba haciendo todo lo contrario. ¿Cómo puedes ser feminista y a la vez juzgar a una mujer por cómo se viste? ¿Acaso eres más libre por ir desnuda? Si una mujer se hace una foto de yoga en ropa interior, es una mujer liberada y moderna, pero si otra decide ser más recatada por principios y por elección propia, es una sometida, una reprimida y merece que la juzguemos. Menudo doble rasero, ¿no? Bueno, pues tampoco, a la pobre Kino MacGregor la amargan contantemente y la llaman de todo menos bonita por hacer su práctica de Ashtanga en top y shorts. Si eres feminista, defiende a tus hermanas mujeres, no las apedrees, eso para empezar.

Podría pasarme horas discutiendo también sobre esto: política, religión, lingüística, independentismo, sexismo, capitalismo... y no acabaríamos nunca. No quiero escribir sobre esto, sólo quiero usarlo para destacar la importancia de Saucha, la pureza.

Saucha es uno de los Niyamas que Patanjali describió en los Yoga Sutras. Recordad que los niyamas son los principios que nos sugieren cómo deberíamos relacionarnos con nosotros mismos, pero nunca desde un punto de vista moralista. Saucha se traduce como "pureza, limpieza" y se puede interpretar de diferentes maneras. A un nivel literal y físico, se refiere a la higiene y limpieza tanto de la propia persona como de nuestro entorno. Si quieres ser un buen yogui y ser feliz, te sugiero que intentes cuidarte un poco: mantén una buena higiene personal, aliméntate bien con comida sana, usa técnicas de depuración (kriyas) y no seas descuidado con tu entorno. La pureza trae armonía y la armonía atrae más armonía a tu vida. Es mucho más fácil concentrarte en tu práctica y la meditación y relajar tu mente si todo está limpio y ordenado que viviendo en el caos absoluto y la mugre.

No obstante, en un sentido más metafórico, saucha también se refiere a la pureza de pensamientos, de intenciones y de palabras. Qué rápidos somos juzgando a los demás cuando nunca nos hemos encontrado en su situación. Qué fácil es criticar a alguien y escudarse en el anonimato y distancia que nos brinda internet. Muchos seguramente os preguntáis qué conseguís siendo puros de palabra, mente y corazón. Pues tenéis mucho que ganar y poco que perder. Cuando juzgas o criticas a alguien, en realidad estás proyectando toda esa rabia, odio y rechazo hacia ti mismo. Mueves una energía muy negativa a tu alrededor que no sólo hiere a otras personas, sino también a ti mismo. Piénsalo. Cada vez que te enfadas con alguien y le criticas, se activan emociones negativas y notas un fuego por dentro que te va quemando. ¿Sí o no? Qué te hace pensar que esas emociones no te están intoxicando? Esa misma rabia, odio o rechazo empieza por envenenarte a ti y luego envenena tu entorno. ¿Acaso quieres ser una de esas personas tóxicas de las que todo el mundo quiere alejarse? ¿Te has planteado si tú eres una de esas personas tóxicas? Exacto.

Y lo mismo ocurre cuando mientes, engañas y utilizas a la gente para conseguir tus objetivos. Todas estas palabras, acciones e intenciones negativas te hacen cargar un lastre. No estás siendo puro y te estás alejando de tu verdadera esencia. Empieza por pensártelo dos veces antes de criticar, juzgar a alguien o decirle cualquier cosa: ¿esta persona me está haciendo algún mal con su comportamiento?¿Le voy a causar un dolor innecesario con mis palabras? ¿Lo que le digo se lo digo por su bien o con el fin de hacerle sentir mal? ¿Voy a sentirme mejor persona después de decir todo eso? ¿Tengo derecho a juzgar a una persona por vestirse de cierta manera, adorar a cierto dios, tener cierta tendencia sexual o hacer lo que hace si ella es feliz haciendo todo eso y además no le hace daño a absolutamente a nadie siendo como es?

El mundo sería un lugar mucho mejor si dejáramos de meternos en la vida de los demás. ¿Qué tal un poco de "vive y deja vivir"? O como dice Extremoduro: "Ama, ama y ama y ensancha el alma". Os dejo esta magnífica cita de Gandhi, que vendría a ser un resumen de lo aquí explicado:

Keep your thoughts positive
because your thoughts become your words.
Keep your words positive
because your words become your behavior.
Keep your behavior positive
because your behavior becomes your habits.
Keep your habits positive
because your habits become your values.
Keep your values positive
because your values become your destiny. Mohandas Karamchand Gandhi, Indian Political And Spiritual Leader

Que en castellano más o menos sería:  
"Cuida tus pensamientos, porque se convertirán en tus palabras. Cuida tus palabras, porque se convertirán en tus actos. Cuida tus actos, porque convertirán en tus hábitos. Cuida tus hábitos, porque se convertirán en tu destino."

Om Shanti. Paz en tus intenciones, paz en tus acciones y paz en tus palabras.

Nota: Este mes en Yoga Ashram de Caldes de Montbui trabajamos precisamente Saucha y una de las cosas que van incluídas es la limpieza de estómago e intestinos. A final de mes aprenderé estos kriyas, ya os mantendré informados, ya que mi intención es hacer otro post sobre eso.

sábado, 28 de enero de 2017

Un any de Mama Irya. Balanç del meu primer any a les xarxes.


(Versión castellana más abajo)

Avui és 28 de gener de 2017 i tot just fa un any que vaig començar aquest bloc. Un bloc que va engegar amb moltes ganes i energia i que s'ha anat apagant de mica en mica per falta de temps, tot i que no s'ha perdut pas la il·lusió del principi. Sou poquets els que em llegiu, però hi sou, i per a mi això val un món. El meu objectiu no ha estat mai fer-me famosa ni rica, i la veritat, crec que encara que ho intentés tampoc ho aconseguiria. El meu objectiu sempre ha estat compartir les meves experiències amb el ioga i com visc el dia a dia intentant compaginar la meva pràctica amb la maternitat. Aquest no ha estat mai un bloc de maternitat o de ioga per a mares, sinó un bloc d'una mare yoguini. Vaig triar aquest nom perquè són les dues coses que defineixen la meva vida en aquest moment: sóc mama i sóc Irya Devi, i una cosa no pot anar sense l'altra.


En un any el meu pas per les xarxes ha evolucionat molt: vaig passar de tenir només el bloc a obrir una pàgina de Facebook (Mama Irya. La mama yoguini. Feu-hi una ullada i seguiu-me ;-)) a reprendre l'activitat al meu compte d'Instagram, que tenia abandonat des del segon embaràs. Ara per ara el que més m'està ocupant és Instagram, ja que ha resultat ser una plataforma ràpida i molt eficaç per a connectar amb yoguis a nivell nacional i internacional. Tampoc tinc una legió de seguidors allà (m'estic apropant als 1000), però estic establint una relació molt especial amb molts d'ells. El fet de tenir aquest compte d'Instagram m'ha obert la porta a anar a esdeveniments com la Masterclass de Mango, i aquest esdeveniment m'ha permès conèixer gent preciosa que a la seva vegada m'ha obert la porta a anar a més masterclasses, tallers i sessions vàries. He participat en reptes i sorteigs, alguns dels quals els he guanyat (amb els conseqüents premis), he participat en actes benèfics, he escrit articles, he escrit reviews sobre productes que m'han regalat, etc, etc. Durant tot aquest any he hagut de justificar perquè escric un bloc  i si en trec res, amb dues connotacions. La primera volent dir que quina xorrada és  això d'escriure un bloc si no em paguen i la segona insinuant que sóc una mala yogui i com acusant-me de voler-me fer "autobombo". La conclusió a la que he arribat és que la gent sempre criticarà tot el que facis, així que fes el que a tu et sembli.

Imatge de la Masterclass Gaudium Vita. Foto de Shambhala barcelona
 
Curiosament, però, el més gran que m'enduc d'aquest primer any és la gent. Estic coneixent a gent meravellosa a través de Facebook i Instagram, he passat a formar part de una gran comunitat yogui virtual. És gent bonica que comparteix la seva sadhana (pràctica) i es recolzen i s'animen les unes a les altres. Però com no podia ser d'una altra manera, també Instagram té un costat ben fosc.

En moltes ocasions us he parlat de l'obsessió pel consumisme i el materialisme que hi ha a les xarxes (i en la nostra societat en general) i per desgràcia, això abunda a Instagram. És tot com una gran plataforma que les marques utilitzen per bombardejar-te dia sí i dia també amb productes que no necessites. I no només les marques, la gent també. Molts ja coneixeu el que opino de ser yogui i passar-te el dia promocionant productes...

També hi ha gent indesitjable, amb un ego extraordinàriament gran que es fa dir yogui però a la pràctica fan coses molt poc yoguis, com el maleït follow-unfollow que, sentint-ho molt, m'amarga l'existència. Es tracta de gent que creuen que per ser guai han de tenir milers i milers de seguidors però ells segueixen a quatre gats perquè això és signe d'exclusivitat. Es passen la vida seguint gent a la xarxa per aconseguir que els segueixin també per simpatia. Un cop tenen el teu "follow", et deixen de seguir. Mai els ha interessat res del que publiques, només estan interessats en el seu enorme i monstruós ego, que només es preocupa de fer que el seu súmero de seguidors creixi i creixi i creixi. Perdoneu, però, des de quan la teva vàlua com a persona depèn del número de persones que fan click a una foto teva? És realment desmotivador veure com hi ha gent que penja fotos i textos encoratjadors, plens de sentit i grans missatges i només tenen 300 seguidors, quan hi ha gent que penja una foto en roba interior i posa una frase del tipus: "Bon dissabte" i els segueix 10.000 persones. Res en contra del que publica la gent, cadascú és lliure de fer servir la xarxa com vulgui. L'interrogant el poso sobre aquesta gent que hi posa m'agrada. Bon dissabte i un cul t'inspiren? Wow. Una de vegades té ganes d'enviar Instagram a pastar fang, i de fet m'ho plantejo amb certa freqüència. Però cada vegada que penso que seria millor que ho deixi trobo un motiu per seguir-hi: una menció en la publicació d'una persona que admires, un comentari encoratjador o motivador, una persona totalment desconeguda que et demana que segueixis publicant perquè els inspires... Wow! Això ha estat el més fort que m'han dit mai: "inspires". Saber que amb les teves vivències, paraules o idees pots ajudar a una sola persona a trobar el seu camí val molt més que tots els seguidors del món.
Gent bona i dolenta en trobaràs a qualsevol lloc: al món real i a les xarxes, només has de saber posar els filtres adequats. Hi ha molta gent desconeguda mereixedora de ser llegida i molta gent famosa que no inspira. Fem bon ús de les xarxes. Busquem allò que ens motiva i ens inspira i evitem allò que trobem frívol i superficial. Si busques el yoga autèntic a internet, el pots trobar, només has de parar atenció. No alimentis la superficialitat i la frivolitat. 

Per a celebrar aquest primer any de yoga virtual i els meus imminents 1000 followers a IG, m'he aliat amb la meva mestra Swamini Danda i estem preparant un petit sorteig en el que ens encantaria que hi partissipéssiu. Us mantindré informats. Mentrestant, moltes gràcies per formar part de meva família yogui virtual.

Om Shanti.

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Hoy es 28 de enero de 2017 y justo hace un año que empecé este blog. Un blog que arrancó con muchas ganas y energía y que se ha ido apagando poco a poco por falta de tiempo, aunque no se ha perdido la ilusión del principio. Sois poquitos los que me leéis, pero estáis ahí y para mí eso vale un mundo. Mi objetivo no ha sido nunca hacerme famosa ni rica, y la verdad, creo que aunque lo intentara tampoco lo conseguiría. Mi objetivo ha sido siempre compartir mis experiencias con el yoga y como vivo el día a día intentando compaginar mi práctica con la maternidad. Este no ha sido nunca un blog de maternidad o de yoga para madres, sinó el blog de una madre yoguini. Elegí este nombre porque son las dos cosas que definen mi vida en este momento: soy mamá y soy Irya Devi, y una cosa no puede ir sin la otra.



En un año mi paso por las redes ha evolucionado mucho: pasé de tener sólo el blog a abrir una página de Facebok (Mama Irya. La mama yoguini. Echadle un vistazo y seguidme ;-)) a retomar la actividad en mi cuenta de Instagram, que tenía abandonada desde mi segundo embarazo. Ahora mismo lo que más me ocupa es Instagram, ya que ha resultado ser una plataforma rápida y muy eficaz de conectar con yoguis a nivel nacional e internacional. Tampoco tengo una legión de seguidores allí (me estoy acercando a los 1000), pero estoy estableciendo una relación muy especial con muchos de ellos. El hecho de tener esta cuenta de Instagram me ha abierto las puertas a acontecimientos como la Masterclass de Mango, y este acontecimiento me ha permitido conocer a gente preciosa, que a su vez me han abierto las puertas a participar en más masterclasses, talleres y sesiones varias. He participado en sorteos y retos (algunos los he ganado, con sus correspondientes premios), he participado en actos benéficos, he escrito artículos, he escrito reviews de productos que me han regalado, etc, etc. Durante este año también he tenido que justificar porqué escribo un blog y si saco nada de ello, con dos connotaciones. La primera queriendo decir que  menuda chorrada es eso de escribir un blog si no me pagan y la segunda insinuando que soy una mala yogui y como acusándome de darme autobombo. La conclusión a al que he llegado es que la gente siempre criticará todo lo que hagas, así que haz lo que a ti te parezca.


Imagen de la Masterclass de Gaudium Vita. Foto de Shambhala Barcelona
Curiosamente, lo más grande que me llevo de este primer año en las redes es la gente. Estoy conociendo a gente maravillosa a través de Facebook e Instagram, he pasado a formar parte de una gran comunidad yogui virtual. Es gente bonita que comparte su sadhana (práctica) y se apoyan y animan las unas a las otras. Pero como no podía ser de otra manera, también Instagram tiene un lado oscuro.


En muchas ocasiones os he hablado de la obsesión por el consumismo y el materialismo que hay en las redes (y en nuestra sociedad en general) y por desgracia, esto abunda en Instagram. Es como una gran plataforma que las marcas utilizan para bombardearte día sí y día también con productos que no necesitas. Y no sólo las marcas, la gente también. Muchos ya conocéis lo que opino sobre ser yogui y pasarte el día promocionando productos...



También hay gente indeseable, con un ego extraordinariamente grande que se hace llamar yogui pero en la práctica hace cosas muy poco yoguis, como el maldito follow-unfollow que, sintiéndolo mucho, me amarga la existencia. Se trata de gente que cree que para ser guay tienen que tener miles y miles de seguidores pero ellos siguen sólo a cuatro gatos porque eso es signo de exclusividad. Se pasan la vida siguiendo a gente por la red para conseguir que les sigan a ellos también por simpatía. En cuanto tienen tu "follow", te dejan de seguir. Nunca les ha interesado nada de lo que publicas, sólo están interesados en su enorme y monstruoso ego, que sólo se preocupa de hacer que su número de seguidores crezca, crezca y crezca. Perdonad pero ¿desde cuándo tu valía como persona depende del número de gente que hacen clic en una foto tuya? Es realmente desmotivador ver como hay gente que cuelga fotos y textos empoderadores, llenos de sentido y grandes mensajes y que sólo tienen 300 seguidores, cuando hay gente que cuelga una foto en ropa interior y pone una frase del tipo "Feliz sábado" y les siguen 10.000 personas. Nada en contra de lo que publica la gente, cada uno es libre de usar la red como le da la gana. El interrogante lo pongo sobre esa gente que pone un "me gusta". ¿"Feliz sábado" y un culo te inspiran? Wow. Una a veces tiene ganas de mandar Instagram a tomar viento fresco, y de hecho me lo planteo con cierta frecuencia. Pero cada vez que pienso que sería mejor que lo deje, encuentro un motivo para seguir: una mención en la publicación de una persona a quien admiras, un comentario motivador, una persona totalmente desconocida que te pide que sigas publicando porque les inspiras... ¡Wow! Eso ha sido lo más fuerte que me han dicho jamás: "inspiras". Saber que con tus vivencias, palabras o ideas puedes ayudar a una sola persona a encontrar su camino vale mucho más que todos los seguidores del mundo.

Gente buena y mala la encontrarás en todas partes: en el mundo real y en las redes, sólo tienes que saber poner los filtros adecuados. Hay mucha gente desconocida merecedora de ser leída y mucha gente famosa que no inspira. Hagamos un buen uso de las redes. Busquemos aquello que nos motiva y nos inspira y evitemos lo que consideramos frívolo y superficial. Si buscas el yoga auténtico en internet, lo puedes encontrar, sólo tienes que prestar atención. No alimentes la superficialidad y la frivolidad. 

Para celebrar este primer año de yoga cirtual y mis inminentes 1000 followers en IG, me he aliado con mi maestra Swamini Danda y estamos preparando un pequeño sorteo en el que nos encantaría que participáseis. Os mantendré informados. De mientras, muchas gracias por formar parte de mi familia yogui virtual.

Om Shanti.








miércoles, 28 de diciembre de 2016

Les mames yoguinis també es desesperen.

(Ve más abajo para leer la versión en castellano)

Últimament tinc el bloc bastant abandonat, i no és pas fer falta de idees, sinó per falta de temps. Sempre penso: "buah, m'encantaria escriure un article sobre això" o "podria gravar una classe completa en video sobre això", però és impossible. Amb la feina, la casa i els nens no puc fer res de tot això. A dures penes trobo temps per a la meva pròpia pràctica, per no dir que no en trobo, com podria trobar temps per escriure res? I a mida que el meu fill petit va fent-se gran, cada vegada és més difícil. Durant les últimes setmanes m'he estat centrant més en les meves publicacions a Instagram, ja que és una plataforma bastant més ràpida per a connectar amb la gent i en definitiva, per a desforgar-me quan ho necessito. Aquesta publicació resumiria bastant el moment en que em trobo ara.


(English version in comments) Saludo a la luna en buena compañía. Ayer os conté que tuve una práctica maravillosa y productiva, ya que mi pareja se llevó a los niños de paseo. Pues bien, siguiendo en la línea de las publicaciones #behindthescenes, os dejo esta imágen. Mi práctica muchas veces no puede ser diaria debido a que tengo que hacer cosas de madre y muchas veces es simplemente porque mi hijo pequeño está por el medio y se me echa literalmente encima mientras grita "teta, teta!". Siempre hablo de aprovechar y trabajar "pratyahara", la abstracción de los sentidos, manteniendo la mente centrada en la práctica, pero la verdad es que cuando tienes a alguien que te empieza a dar golpecitos, te tira de sirsasana o directamente intenta arrancarte la camiseta para poder mamar la concentración es nula. Me acabo sentando, frustrada, en la esterilla, con mi hijo en brazos y viendo como se me pasa la mañana. No es que no me guste pasar las mañanas con él, para nada, me encanta! Pero necesito espacio para mi, para seguir funcionando y respirar. Echo de menos mi práctica diaria, cuando meditaba, y practicaba asanas y pranayama como mínimo 6 veces por semana. Ahora doy gracias si consigo hacer 3 saludos al sol mal hechos. Pero cada cosa a su tiempo. Paciencia. #moonsalutation #anjaneyasana #lowlunge #backbend #progress #heartopening #yogachallenge #asana #yoga #yogi #yogini #yogamom #yogamum #practice #yogapractice #practicepracticepractice #practiceandalliscoming #yogaeverywhere #yogaeveryday #yogaeverydamnday #morningpractice #instayogis #instayoga
Una foto publicada por Irya Devi (Rosa Sánchez) (@irya_devi) el


Com a mare, vull estar amb els meus fills. Com a yogui, vull temps de pràctica, i com a persona, necessito descansar i tenir estones de no fer res. Exacte, sabeu què desitjo més? Avorrir-me. Des de juliol de 2012, que és quan va néixer la meva filla gran, que no he tingut ni 5 minuts per a avorrir-me. Sempre s'han de fer coses, sempre hi ha alguna cosa per netejar, per cuinar, pendent de fer a la feina, una pràctica de ioga mig decent que el teu cos i ment demanen desesperats des de fa setmanes i fills que volen de la teva atenció. Doncs això: vols cuinar, vols netejar, vols jugar amb els teus fills, vols meditar, vols fer asanes, vols dormir... vols fer moltes coses però al final no acabes fent res. I et desesperes, i et poses nerviosa, t'estresses i et poses de mala lluna i ho pagues amb tothom. La pilota es va fent gran i més gran. I et diuen: "Ets, mare, és normal. Tingues paciència, que ja passarà". Sí ja passarà, però mentrestant, portes literalment 4 anys i mig dormint una mitja de 5 hores per nit i a més a més, intermitents. I et diuen (com és el cas d'una persona fanàstica que he conegut a instagram):"El yoga és molt més que pràctica i meditació, el yoga està en totes les coses de la vida. Mentre donis el pit al teu fill, centra't en practicar la respiració conscient". Ei, aquest és un consell fabulós i fa literalment anys que intento posar-lo en pràctica, però aquells que coneixeu els meus fills, en especial el petit, sabreu que això és impossible. En Pau fa literalment tombarelles mentre mama, em pessiga els mugrons, m'esgarrapa i em fa patades. A qui aconsegueixi practicar al respiració conscient en aquestes circumstàncies li dono un premi i li demano que si us plau m'expliqui el truc. Quan jo veia la meva mestra meditant plàcidament mentre li donava el pit a la seva filla jo al·lucinava i pensava "Wow! M'encanta! Jo faré el mateix!" Meeeeeec, incorrecte! Ja t'agradaria, maca. Té, et donem uns fills nerviosos i mogudets perquè no puguis ni seure en la mateixa postura durant tres minuts. 

Vol dir tot això que us he estat enganyat durant tot aquest 2016 amb les meves publicacions i fotos precioses de la Mama Yoguini? No pas. Hi ha temporades en les que he aconseguit compaginar moltes coses: pràctica, feina, maternitat i bloc i també hi ha temporades, com aquesta que estic passant, que no tinc temps ni de posar rentadores. Ei, literalment. Només poso rentadores si sé del cert que després podré estendre la roba, i per desgràcia, això no acostuma a passar. Però com pot ser que no tingui temps d'estendre la roba si em passo tot el matí a casa? Em passo el matí a casa però normalment me'l passo atenent el meu fill petit. Us he dit ja que no para quiet? Si vaig al lavabo, en aquesta estona li dóna temps de trencar un calaix de la cuina, buidar-me dos armaris, pintar-me una paret del menjador i intentar ficar els dits a un endoll. I de veritat que no exagero, pregunteu-li a qualsevol que conegui en Pau. No li puc treure l'ull de sobre, perquè perilla ell, perilla el gat i perilla la integritat de la meva llar. Respiració conscient? M'encantaria! Ham So, Ham So. Just Keep Swimming! Hakuna Matata! Ja he provat tots els mantres. De tant en tant el cos diu prou i peta. Per molt yogui que siguis, per molt hippie flower power que vulguis ser. Ets dona (o home), ets mare (o pare), ets un ésser humà i tens un límit. Respira, respira. Inhala pau i exhala estrès.

Ei, i fins i tot quan arribes a aquest punt de desesperació penses: no passa res, és passatger, tot millorarà. I sabeu què? Que és veritat. Tot passarà i tot millorarà, i arribarà un dia que quan t'aturis uns instants a respirar te n'adonaràs que el món sempre es mou molt ràpid, que sempre hi ha les mateixes coses al teu voltant, però el que canvia és la forma en que tu te les prens. 

Potser porto moltes setmanes d'estrès i cansament, però si faig balanç, puc dir que aquest últim any ha estat fantàstic: els meus fills estan creixent sans i feliços, estic escrivint aquest bloc (que llegeix poqueta gent, però molt fidel), he obert els meus horitzons yòguics i he començat a especialitzar-me en Vinyasa Yoga i inclús a donar classes, m'he tret el carnet de socorrista, he començat a ser més activa a les xarxes socials, la qual cosa m'ha ajudat a conèixer un munt de gent fantàstica, a guanyar sorteigs, reptes i assistir a esdeveniments yoguis. Encara que passo per uns moments d'estrès, no oblido com he arribat aquí i en dóno gràcies. És primordial mantenir la ment positiva.

He escrit aquest article per a totes aquelles persones, especialment mares yoguinis, que de tant en tant se senten desbordades. Noies, no esteu pas soles. Seguiu nedant i que tingueu un feliç 2017 ple de joia i hores de son.

Om Shanti.

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Versión en castellano 

Últimamente tengo el blog bastante abandonado y no es por falta de ideas, sino por falta de tiempo. Siempre pienso :"Buah, me encantaría escribir un artículo sobre esto" o "podría grabar una clase completa en vídeo sobre esto", pero es imposible. Con el trabajo, la casa y lso niños no puedo hacer nada de eso. A duras penas encuentro tiempo para mi propia práctica, por no decir que no encuentro tiempo ni para eso, así que ¿cómo podría encontrar tiempo para escribir nada? Y a medida que mi hijo pequeño va creciendo, cada vez me es más difícil. Durante las últimas semanas me he estado centrando más en mis publicaciones en Instagram, ya que es una plataforma bastante más rápida para conectar con la gente y, en definitiva, para desahogarme cuando lo necesito. Esta publicación resumiría bastante bien el momento en el que me encuentro ahora.

(English version in comments) Saludo a la luna en buena compañía. Ayer os conté que tuve una práctica maravillosa y productiva, ya que mi pareja se llevó a los niños de paseo. Pues bien, siguiendo en la línea de las publicaciones #behindthescenes, os dejo esta imágen. Mi práctica muchas veces no puede ser diaria debido a que tengo que hacer cosas de madre y muchas veces es simplemente porque mi hijo pequeño está por el medio y se me echa literalmente encima mientras grita "teta, teta!". Siempre hablo de aprovechar y trabajar "pratyahara", la abstracción de los sentidos, manteniendo la mente centrada en la práctica, pero la verdad es que cuando tienes a alguien que te empieza a dar golpecitos, te tira de sirsasana o directamente intenta arrancarte la camiseta para poder mamar la concentración es nula. Me acabo sentando, frustrada, en la esterilla, con mi hijo en brazos y viendo como se me pasa la mañana. No es que no me guste pasar las mañanas con él, para nada, me encanta! Pero necesito espacio para mi, para seguir funcionando y respirar. Echo de menos mi práctica diaria, cuando meditaba, y practicaba asanas y pranayama como mínimo 6 veces por semana. Ahora doy gracias si consigo hacer 3 saludos al sol mal hechos. Pero cada cosa a su tiempo. Paciencia. #moonsalutation #anjaneyasana #lowlunge #backbend #progress #heartopening #yogachallenge #asana #yoga #yogi #yogini #yogamom #yogamum #practice #yogapractice #practicepracticepractice #practiceandalliscoming #yogaeverywhere #yogaeveryday #yogaeverydamnday #morningpractice #instayogis #instayoga
Una foto publicada por Irya Devi (Rosa Sánchez) (@irya_devi) el

Como madre, quiero estar con mis hijos. Como yogui, quiero tiempo para mi práctica, y como persona, necesito descansar y tener ratos para no hacer nada. Exacto. ¿Sabéis qué es lo que más deseo? Aburrirme. Desde julio de 2012, que es cuando nació mi hija mayor, no he tenido ni cinco minutos para aburrirme. Siempre se tienen que hacer cosas, siempre hay algo que limpiar, que cocinar, pendiente de hacer en el trabajo, una práctica de yoga medio decente que tu cuerpo y tu mente piden desesperados desde hace semanas e hijos que piden tu atención. Pues eso: quieres cocinar, quieres limpiar, quieres jugar con tus hijos, quieres meditar, quieres hacer asanas, quieres dormir... quieres hacer muchas cosas pero al final no haces nada. Y te desesperas, te estresas, te pones de mala leche y lo pagas con todo el mundo. La pelota se va haciendo grande y más grande. Y te dicen: "Eres madre, es normal. Ten paciencia que ya pasará." Sí, ya pasará, pero de mientras llevas literalmente 4 años y medio durmiendo una media de 5 horas por noche, y además intermitentes. Y te dicen (como es el caso de una persona fantástica que he conocido en Instagram): "El yoga es mucho más que práctica y meditación, el yoga está en todas las cosas de la vida. Mientras des el pecho a tu hijo, céntrate en practicar la respiración consciente." ¡Joder, qué razón tiene esta chica! Ey, este es un consejo fabuloso y hace literalmente años que intento ponerlo en práctica, pero aquellos que conocéis a mis hijos, en especial al pequeño, sabréis que es imposible para mi. Pau da literalmente volteretas mientras mama, me pellizca los pezones, me araña y me da patadas. A quien consiga practicar en estas circunstancias le doy un premio y le pido que por favor me cuente el truco. Cuando veía a mi maestra dándole el pecho a su hija yo alucinaba y pensaba "¡Wow!¡Me encanta! ¡Yo haré lo mismo!" Meeeeeeeec, ¡incorrecto! Ya te gustaría, maja. Toma, te damos dos hijos nerviosos y moviditos para que no puedas ni sentarte en la misma postura durante tres minutos seguidos.

¿Significa todo esto que os he estado engañando durante todo el 2016 con mis publicaciones y fotos preciosas de la Mamá Yoguini? Para nada. Hay temporadas en las que he conseguido compaginar muchas cosas: práctica, trabajo, maternidad y blog y también hay temporadas como esta que estoy pasando ahora, que no tengo tiempo ni para poner lavadoras. Ey, literalmente. Sólo pongo lavadoras si sé seguro que voy a poder tender la ropa después y, por desgracia, eso no suele ocurrir. ¿Pero cómo puede ser que no tenga tiempo de tender la ropa si me paso la mañana en casa? Me paso la mañana en casa pero normalmente me la paso atendiendo a mi hijo pequeño. ¿Os he dicho ya que no para quieto? Si voy al baño, en ese ratito le da tiempo de romper un cajón de la cocina, vaciarme dos armarios, pintarme una pared del comedor e intentar meter los dedos en un enchufe. Y de verdad que no exagero, preguntadle a cualquiera que conozca a Pau. No le puedo quitar el ojo de encima porque peligra él, peligra el gato y peligra la integridad de mi casa. ¿Respiración consciente? ¡Me encantaría! Ham So, Ham So. Just keep swimming! Hakuna Matata! Ya he probado todos los mantras. De vez en cuando el cuerpo dice basta y peta. Por muy yogui que seas, por muy hippie flower power que quieras ser. Eres mujer (u hombre), eres madre (o padre), eres un ser humano y tienes un límite. respira, respira. Inhala paz exhala estrés.

Ey, e incluso cuando llegas a este punto de desesperación piensas: no pasa nada, es pasajero, todo merjorará. ¿Y sabéis qué? Pues que es verdad. Todo pasará y todo mejorará, y llegará un día que cuande te pares unos instantes a respirar te darás cuenta de que el mundo siempre se mueve muy rápido, que siempre hay las mismas cosas a tu alrededor, pero lo que cambia es la forma en que tú te las tomas.

Puede que lleve muchas semanas de estrés y cansancio, pero si hago balance, puedo decir que este último años ha sido fantástico: mis hijos están creciendo sanos y felices, estoy escribiendo este blog (que lee muy poquita gente, pero muy fiel), he ampliado mis horizontes yoguis y he empezado a especializarme en Vinyasa Yoga e incluso a dar clases; me he sacado el carnet de socorrista, he empezado a ser más activa en las redes, la cual cosa me ha ayudado a conocer a un montón de gente estupenda, a ganar sorteos, retos y asistir a eventos yoguis. Aunque paso por unos momentos de estrés, no olvido cómo he llegado hasta aquí y doy las gracias. Es primordial mantener la mente positiva.

He escrito este artículo para todas aquellas personas, especialmente madres yoguinis, que de vez en cuando se sienten desboradadas. Chicas, no estáis solas. Seguid nadando y que tengáis un feliz 2017 lleno de felicidad y horas de sueño.

Om Shanti.










jueves, 11 de agosto de 2016

Aparigraha, no avarícia. Ioga, màrketing i consumisme.

Fa unes setmanes us vaig parlar de la revolució de les xarxes socials al món del ioga i com aquestes poden afectar positiva o negativament la nostra pràctica. L'entrada d'avui ha estat bastant improvisada a arrel d'una cosa curiosa que em va passar la setmana passada i que està directament relacionada amb l'article que vaig escriure el mes passat (el podeu llegir aquí: http://mamairya.blogspot.com.es/2016/06/yoga-20-reinvencio-o-frivolitzacio-del.html)

En resum, vam parlar de les xarxes socials i de la imatge que moltes vegades es projecta del ioga: noies maques, roba bonica i cara, postureig...Recordeu? Doncs bé, la setmana passada una marca de roba de ioga americana es va posar en contacte amb mi a través del meu compte d'Instagram per oferir-me ser una de les seves "ambaixadores", ja que els agradava molt la meva galeria i l'energia positiva que desprenen les meves fotos. Què és un ambaixador a les xarxes socials? És bàsicament una persona que fa visible els productes d'una empresa a través de les xarxes penjant fotos seves amb aquests productes. He d'admetre que el meu ego es va sentir genial en aquell moment: "uaaa, a una marca de roba li agradaria que jo els representés! Roba preciosa gratis o amb descomptes!" Llavors va entrar en joc la raó: "mmm, hi ha d'haver truc per algun lloc". El primer que vaig fer va ser buscar el nom de la marca a Google i la veritat és que em va deixar bastant impressionada ja que la roba que fan és preciosa i sembla super còmoda per a practicar ioga. Vaig ser estúpidament seduïda per uns tops meravellosos i uns quants parells de leggings estampats de 90$. Què??!! 90€ unes malles? Estan bojos aquests americans... Permeteu-me que us digui que a Estats Units aquest és el preu que la gent acostuma a pagar per uns "yoga pants", com ells els anomenen, i el que més m'ha cridat sempre l'atenció és que no els trobin cars. Mare meva, amb aquests diners me'n compro jo 10 parells al Decathlon i en tinc per als propers 3 anys! 

Molt bé, doncs, una marca de roba bonica i cara m'ha proposat ser la seva ambaixadora, què faig? Com que tenia molta curiositat, vaig decidir enviar un email a la representant, que va resultar ser una noia encantadora i que em va explicar la filosofia de l'empresa. És una empresa administrada només per dones i que creu en l'empoderament de la dona i els valors del yoga. Volen fomentar la imatge de la dona forta i independent que s'estima i es cuida. No està gens malament, ja que són uns valors que jo també comparteixo, però hi havia més: bàsicament ser ambaixadora consisteix en penjar fotos a instagram amb la seva roba almenys una vegada al mes (pot ser sempre la mateixa roba, cap problema) i fer-ne promoció. Et deixen la roba rebaixada a un 30% i et donen un codi perquè el facin servir els teus seguidors a Instagram, del tipus: "ei, si t'agrada la roba de tal marca, pots aconseguir-la amb un 15% de descompte si fas servir el meu codi", i així, cada 10 compres que es fan amb el teu codi et regalen una peça de roba. La qüestió és que la marca aconsegueix publicitat i a canvi a tu et donen descomptes, et regalen roba bonica de tant en tant i promocionen el teu compte d'Instagram fent difusió de les teves fotos amb el seu producte.

Em vaig quedar molt descol·locada, ja que era una idea molt atractiva i semblava definitivament el que s'anomena una "win-win situation"(tu guanyes, ells guanyen i tothom content), però em semblava extremadament consumista. Sí, la idea d'aconseguir roba preciosa a bon preu és molt temptadora, però també molt frívola. He d'admetre que la idea em seduïa però no acabava de fer-me sentir còmoda, així que ho vaig parlar amb una bona amiga i ella em va ajudar a veure la llum. Recordeu tot el que vaig dir a l'article que vaig escriure el mes passat: el ioga és molt més que leggings bonics i posturetes, el ioga és un estil de vida, una filosofia i forma d'entendre el món, i acceptar aquesta proposta significava anar en contra dels principis del ioga, en especial del principi d'Aparigraha.

En altres ocasions us he parlat de Patanjali, el savi del ioga i els 8 membres del ioga, també coneguts com l'escala de Patanjali. En aquesta escala cada esglaó representa un pas per arribar al Samadhi (la plenitud, la il·luminació) i el primer esglaó de tots son els Yamas, el control, les restriccions. El primer de tots és Ahimsa, la no violència, el segon és Asteya, no robar, i el tercer ja us el podeu imaginar: exacte, Aparigraha, la NO AVARÍCIA, la no acumulació de béns materials o abstractes, la desafecció d'objectes o sensacions que creiem que necessitem per sentir-nos bé.

A continuació, m'agradaria citar textualment un passatge del llibre "El Aprendiz de Yoga" de Swamini Danda, la meva mestra:
Tienes todo lo que necesitas para ser feliz. Cuando empiezas a andar en la dirección de lo que quieres, te vas encontrando todo lo que necesitas. Es como un milagro: Nada te faltará. Cuántas veces la cabeza nos hierve en mil y un deseos de hacer, de tener, de dominar los hechos, de conquistar, de conseguir e incluso de "vivir" intensamente, de tener muchas experiencias, placeres, poder, relaciones... en definitiva, de llenar un "vacío existencial" con el consecuente miedo añadido de perderlo todo y quedarnos con las manos vacías. Vemos como algunas personas están apegadas a cosas que, en realidad, no necesitan.
No necessites aferrar-te a res per a ser feliç. Busca la simplicitat.


Efectivament, tenim una mena de necessitat absurda d'acaparar coses que, no només no ens serveixen per res, sinó que a més ens suposen una càrrega. No tenir coses implica ser feliç amb poc i saber apreciar les coses bones de la vida. No tenir coses innecessàries fa que puguis omplir els espais buits amb altres que sí que valen la pena. Acaparar béns materials només et porta patiment i por a perdre-ho tot. Així doncs, tinguem només allò que necessitem. Necessito jo uns quants parells de leggings cars per ser feliç? No. Puc fer ioga amb qualsevol roba, sempre i quant sigui còmoda. Necessito jo tenir més seguidors a Instagram per ser feliç? No, els seguidors sempre són benvinguts, però tenir-ne més o menys no canvia la meva realitat. 

Si per aconseguir tot això havia de comprar uns leggings a més de 60$ amb descompte i després sumar-li les despeses d'enviament, m'hauria sortit la broma per un ull de la cara. Estic disposada a pagar aquesta quantitat de diners per una sola peça de  roba que faré servir per suar? No. Estic disposada a comprar-ne alguna de tant en tant per no repetir modelet a les fotos i que així no quedi lleig? No. Estarien alguns dels meus contactes d'Instagram disposats a pagar gairebé 100$ pel mateix? Ho dubto molt, no conec gaire gent del meu cercle d'amistats que vulgui gastar-se una fortuna en això, per no dir que a la majoria ni tan sols els agrada el ioga. Hauria acabat gastant molts diners en unes malles i després no hauria trobat a ningú que es comprés res, així que jo no guanyaria res, i la veritat és que tot plegat seria una mica "cutre" perquè el meu número de seguidors a Instagram és molt petit. I així s'acabaria la meva experiència com a "cutre-influencer", amb menys diners, menys temps i uns principis ètics dubtosos.

És ètic que les empreses vinculades al món del ioga fomentin el consumisme? Bé, són empreses, tenen un negoci i bé han de viure d'alguna cosa, però és bastant contradictori per a un yogui parlar de ioga i després oferir descomptes i promocionar un producte que, en la meva humil opinió, és absurdament car, amb la intenció de guanyar fama i més roba maca. Atenció, no jutjo els yoguis que ho fan, simplement dic que és contradictori. Personalment, jo no tindria la consciència tranquil·la sabent que em passo la vida pregonant els Yames i Niyames als meus lectors i alumnes i després us colés un "Compra't aquest parell de leggings extra cars que no necessites amb un 15% de descompte." Com es pot ser yogui i després dedicar-te a promocionar béns de consum? Com em va dir la meva amiga Alejandra, la història seria ben diferent si es tractés d'un negoci  local o d'alguna amiga que comença. Llavors seria jo ajudant a un emprenedor a guanyar-se la vida, no a una empresa Nord-Americana super-mega-capitalista. No sé si m'enteneu...

És probable que molts no entenguin perquè vaig declinar amablement l'oferta de la representant, però això es deu a que ja tenim el cervell rentat. A diari ens fan creure que necessitem una pila de coses que en realitat són inútils i ens fan més esclaus de les nostres possessions. És clar que m'agrada la roba bonica, sóc humana, però jo decideixo si en tinc prou amb  3 peces o en necessito 15 i també decideixo si em vull gastar 20€ o 100€. És en moments com aquest que aprecies la simplicitat del Hatha Yoga clàssic: els mestres tradicionals et demanen que vagis a classe tot vestit de blanc. Tothom vesteix igual, ningú destaca, et pots centrar en la teva pràctica. Personalment, quan practico a casa o pel meu compte, a mi m'agrada posar-me roba de colors, ja que la trobo més alegre i em fa sentir bé, però agraeixo el poder arribar a l'Ashram i oblidar-me del que porto jo o porta l'altre, de si la meva roba és més "trendy" que la seva i ximpleries d'aquest estil. El ioga és ioga, no una passarel·la. A la Índia el ioga s'ha practicat tradicionalment amb un tapall (un "taparrabos", vaja) perquè la idea és estar còmode, no guapo.

Si practiques ioga, no oblidis mai perquè ho fas. Si decideixes ser com aquestes noies guapes de Instagram i gastar-te molts diners en la roba que faràs servir en la teva pràctica, para't a pensar perquè ho fas. Si decideixes gastar-te aquests diners perquè els tens i t'agrada, no passa res, són teus i tu ets feliç així, però no oblidis mai el principi d'Aparigraha: només és roba, un bé material més per a carregar pel teu camí de ioga.

Gràcies per llegir.

Om Shanti.

lunes, 20 de junio de 2016

Yoga 2.0. Reinvenció o frivolització del ioga a través de les xarxes socials?

Em fascinen les xarxes socials, de debò. Em semblen una eina molt útil per a donar-te a conèixer i per a conèixer coses dels altres. I també pot ser una eina fantàstica d'aprenentatge. Avui us vull parlar de la relació amor-odi que existeix entre el ioga més tradicional i internet. Molts sabeu que tinc un compte a Instagram i que allà hi penjo fotos de la meva pràctica i progressió. Sé que molts ho enteneu però també sóc conscient que molts no hi esteu gaire a favor i tot deriva de les diferents formes que existeixen de veure el ioga.

La visió més tradicional i purista diu que el ioga és un treball intern, un viatge que una persona fa cap al seu interior i jo més profund i íntim, així que fer-te fotos i videos i exposar-te a internet constantment és frivolitzar la pràctica i alimentar el teu ego. El ioga ha de ser una disciplina pura i privada de creixement personal, no un numeret de circ de noies mones i perfectes. Si Patanjali veiés el que la gent publica a Instagram, es portaria les mans al cap. La visió més moderna-capitalista-tecnològica diu que el ioga és una disciplina estupenda per a mantenir l'equilibri cos-ment, un cos bonic i tonificat i lliure de toxines, a més de brindar-te ocasions especials per a lluir els nous tops i leggings de marques extra-cares com Lululemon i així estar sempre a la moda, sentir-te preciosa i ser ultra moderna i "cool".

Com podreu haver comprovat pel to que he fet servir, no em decanto ni per una visió ni per una altra, ja que els extrems no són mai bons. És cert que el ioga és una ciència ancestral i mil·lenària de creixement personal, però també és cert que vivim al segle XXI i negar l'evolució de la societat i els canvis seria completament absurd. Si hi ha una cosa que caracteritza el ioga, és la seva adaptabilitat i capacitat d'ajustar-se a les necessitats de qualsevol persona. Pot ajudar a persones molt espirituals però també a persones molt pragmàtiques, a gent flexible i a gent rígida. Pots practicar per obtenir beneficis físics o per beneficis espirituals. Tu tries el que vols del ioga i ningú té dret a dir-te que el que fas no està bé. No pots tancar-te al món modern i criticar les xarxes, els actes massius de ioga que s'organitzen pel Yoga Day, per exemple, o la gent que fa ioga amb roba de colors simplement perquè tu practiques de forma diferent o prefereixes vestir tot de blanc, tal i com et va ensenyar el teu mestre.

Jo he tingut i tinc la sort de tenir unes mestres fantàstiques que m'ensenyen el camí del ioga més pur i autèntic, el que s'ha practicat sempre de forma tradicional. I és preciós perquè és com si s'aturés el temps i no importés ni on ni quan i pots connectar amb una pràctica ancestral sabent que estàs rebent el llegat d'uns yoguis que van viure segles abans que tu. Sents que formes part d'una família, d'una xarxa molt gran que s'estén a través del temps i dels territoris. La connexió i pau que sents quan practiques tot vestit de blanc, amb el dhooti, amb un mestre o gurú autèntic, quan cantes els mantres, quan la teva sadhana trascendeix qualsevol aspecte material, és indescriptible i aquesta és la màgia del ioga tradicional. Però també sóc una persona jove que viu al món modern i m'encanten les xarxes socials i veure diferents formes d'entendre el ioga. I entro a Instagram i veig milers de fotos cada dia amb colors, gent de tot el món, de diferents cultures fent postures impossibles i asanes que mai havia vist abans. "Wow!", penso. I tot això que m'estava perdent? Quantes coses per explorar! Quantes coses per aprendre! Perquè la clau no està en condemnar tot el que es veu a les xarxes com a frívol i poc autèntic, es tracta de filtrar el que és bo per a tu i el que no ho és.

Parlem de la pitjor cara de les xarxes: el postureig del que moltes vegades parla en Ramiro Calle. Si bé és cert que jo veig les xarxes socials com una eina d'exploració del ioga i de connectar amb yoguis de tot el món, hi ha molta gent que ho veu com una plataforma d'autobombo i narcissisme brutal. Jo no segueixo a qualsevol persona a Instagram. Jo segueixo a la gent que considero que fan la seva sadhana i això inclou a yoguis molt experimentats i a yoguis principiants que tot just fa 2 mesos que s'han iniciat. M'agrada veure gent genuïna que comparteix la seva pràctica real, tant si és bona com si és un nyap (tot i que la pràctica sempre és la pràctica). És gent que practica plogui, nevi o faci sol i que et parlen de les seves limitacions i com intenten superarles amb el ioga. Gent que es fa una foto fent ioga. Però per desgràcia la xarxa està plena de "posers": gent que es fa fotos en els llocs més absurds, fent postures boges amb minifaldilla i talons d'agulla i amb etiquetes tan absurdes com #strikeapose o #stopdropandyoga. Aquí alguns exemples:






Això no és ioga, això és ser un "notes", i perdoneu l'expressió. Això són ganes de cridar l'atenció i presumir de posturetes. Això és ego i punt. I no només això és dolent. També és un horror veure com tothom es gasta una quantitat increïble de diners en roba de ioga per sortir moníssimes a les fotos i per després sentir-te fatal per no lluir tan bé com aquesta "yoguini" tan estupenda amb cos de top model que surt a la teva pantalla. Això és el que porta a la gent a no provar el ioga, el què pensaran, el "jo no sóc tant guapa com ella", el "la meva roba és cutre i barata del Decathlon" o el "jo mai aconseguiré fer aquestes postures". Si us plau, fem servir les xarxes com una forma d'explorar diferents postures o formes de veure el yoga, no com a l'única i verdadera forma d'entendre'l. O és que us penseu que tot el que es publica a internet és real? Hi ha postures increïbles que els yoguis que les han fet només han aconseguit aguantar-les durant mig segon, temps suficient per a fer la foto. Després ho pengen a Instagram i tatxaaan! Són els reis de les asanes complicades. Mireu, mireu:


No vull treure-li el mèrit a aquesta noia perquè aquesta asana existeix i es diu Niralamba Sirsasana i realment el que està fent és admirable, però quanta estona creieu que va aguantar així? Probablement no més de dos segons. I el problema no és que ella pengi aquesta foto, el problema és que molta gent la veurà i es farà falses expectatives i creuran que si no aconsegueixen fer això i mantenir la postura estàtica, llavors la seva pràctica no val res.

Hi ha fotos espectaculars o videos que es pengen que mostren una fluidesa, una facilitat, una perfecció al·lucinants. Buah! Jo mai ho faré això! Bé, t'has parat a pensar en quantes vegades han hagut de repetir la foto o el video fins que ha quedat perfecte? No, no i no! Això no és ioga, no és una pràctica autèntica, així que ignora-ho!

L'ésser humà sent certa obsessió per buscar aprovació en tot. Amb la pila de super yoguis que hi ha a internet fent postures increïbles, com vols que ara jo pugi una foto meva fent una miserable cobra? No és gens espectacular, així que no val la pena. I tant que sí! i saps per què? Perquè és la teva pràctica i és real.

Llavors què has de fer? Fer servir les xarxes o ignorar-les? Com ja he dit abans, has de trobar l'equilibri. Busca l'autenticitat i l'humiltat a Instagram o a Facebook. Observa i aprèn. Prova coses noves... perquè no? Jo he après moltíssim amb els videos i fotos que he trobat a internet. Les xarxes socials poden ser un gran mestre, però tu ets responsable de les ulleres que et poses quan les mires.

I si les fas servir, això et converteix en un mal yogui que només busca l'autocomplaença i l'admiració dels altres? No necessàriament. Abans de penjar una foto pensa: per què te l'has fet? Per què la penges? Què en pot treure la gent de la teva foto? Sé que en el meu cas molta gent no entén perquè publico fotos meves però jo tinc la resposta molt clara. En més d'una ocasió m'he sentit qüestionada pel que fa als meus motius per tenir un bloc, pàgina de facebook i compte a Instagram. "Què en treus de tot això?", em pregunten alguns, ja que saben que no guanyo ni un cèntim amb això que faig. Tenim la mania de pensar que les coses es fan fer dos motius: benefici econòmic o fama i admiració. Doncs mireu, en el meu cas no és ni una cosa ni l'altra. És tan senzill com: m'apassiona el ioga, de fet, m'agrada tant, que no puc guardar-me'l només per mi i tinc la necessitat de compartir-lo amb tothom. I no només això, vull compartir la meva sadhana per a inspirar a més gent a practicar, que vegin què és això del ioga i quines coses bones et pot aportar. La majoria de fotos meves que penjo al bloc les penjo per exemplificar les tècniques que explico i prefereixo penjar una foto meva que posar la d'una altra persona i arriscar-me a violar els seus drets d'imatge i buscar-me problemes. Altres fotos les penjo perquè després de moltes hores de pràctica he aconseguit fer una cosa que per a mi era important i em fa il·lusió compartir la meva alegria. Moltes vegades he connectat la càmera només per a poder-me observar després i poder-me corregir, però en veure on he arribat m'ha donat tal atac d'alegria que ho he hagut de compartir. Perquè al cap i a la fi és això, alegria. És passió genuïna pel que faig i no intento obtenir el reconeixement de ningú, només comparteixo. I de la mateixa manera que a mi em fa feliç compartir el meu camí amb els altres, m'encanta veure fotos del progrés d'altres persones. Personalment opino que no hi ha res que motivi més a practicar que veure com la gent progressa amb la seva pràctica i per això jo penjo fotos meves i sempre he animat a les meves alumnes a penjar-les també. Tota pràctica és bonica i digna de veure si es fa amb amor, passió i amb la ment centrada en el que toca: el ioga de veritat.

Om Shanti.